Por varias razones:
Como puedes ver, ahí afuera hay un fascinante mundo de papeles pintados esperándote
El vocablo vintage describe objetos de muy buena calidad, elaborados en épocas pasadas, pero se conservan en excelentes condiciones. En el caso de los papeles pintados, el término vintage diferente del retro, alude a que fueron fabricados entre los años 30 y 80.
Las formas tridimensionales aportan profundidad y movimiento, por lo que revivirá cualquier ambiente. Además, a causa de la luz, pareciera que las formas y colores se transformen de manera continua.
Históricamente se afirma que este tipo de papel se diseñó por primera vez en Oriente y de allí se llevó a Europa en el siglo XVII. Gracias a la revolución industrial y al avance en los procesos productivos, alcanzó gran popularidad, siendo el año 1970, donde tuvo más demanda.
Dan una apariencia de suntuosidad
El efecto de pliegues puede ser vertical, diagonal u horizontal. Sus formas hechas deliberadamente irregulares, los hace únicos en su estilo.
Elige el que prefieras, hay muchas opciones: retro, clásico, moderno, rústico, romántico, vintage y otros, que debes escoger en función de preferencias, diseño, color y tamaño de la sala.
Siendo más económico que el vinílico, es una buena alternativa cuando tienes un presupuesto limitado.
Además de decorar cada pared de tu casa, el papel pintado se puede utilizar en:
Usualmente el papel vinilizado se confunde con el papel vinílico
Viene con una capa relativamente gruesa y a través de presión se repuja un relieve en el papel. Generalmente se estampa sin tinta, arriba de papel con tonos blancos o neutros, creando imágenes que por influencia de la luz producen relieves. Se necesita usar pegamento de celulosa. No es lavable, por lo que se recomienda colocar en ambientes de poca circulación.
Es muy simple, versátil, para niños y adultos. Sus figuras vienen en diversos tamaños, con formas circulares, puntos, rectángulos, cuadrados, cubos, triángulos, rombos, cuadrículas, zigzag, hexágonos, líneas, arcos y ondulaciones.
Los efectos metálicos crean una impresión de movimiento de acuerdo a la incidencia de la luz, lo que produce ilusión de espacios más grandes, y acentuaciones de detalles del diseño.
Imitan piedra, hormigón, ladrillo, mármol y pizarra. Son originales y algunos tridimensionales